domingo, 14 de junio de 2020

SÉ EL CAMBIO.

Ahora que tanto se habla de la nueva normalidad, de que el virus nos ha parado, pero sobre todo, nos ha cambiado, en estos días, las personas que nos hemos comprometido a ser el cambio, nos decepcionamos contigo. Sí, contigo. Pero yo no. Yo sé que tú también has cambiado. Tus acciones no lo demuestran. Tu falta de empatía no lo dice. No. Pero yo lo sé. Tú también has cambiado. Tú también lo has sentido. Todas lo hemos sentido. Todas hemos cambiado. Todas hemos mirado al miedo a los ojos, de cara… y nos ha hecho temblar.


La soledad nos visitó y nos hizo llorar. La desesperanza nos dejó a solas. El frío y la lluvia nos calaron tan adentro, estando tan secas. Todas necesitábamos la luz de un abrazo que no parecía llegar.

A ti también te ha hecho cambiar. A ti también te maravilló el cielo limpio, las aguas claras, cristalinas, los animales salvajes de nuevo. Todas hemos vibrado con la emoción de los aplausos en la oscuridad. Sí, sé que tú también lo sentiste y quisiste contener las lágrimas sin éxito.

Y ahora llega la sorpresa de quien esperaba que tú también fueses ese cambio. Un cambio que no nos estás mostrando. Pero yo lo sé. Eres más consciente de que debes cuidar el planeta. Yo lo sé. Algo vas a hacer. Sí, también sé que serás más empática, como lo fuiste desde el balcón. Ellas también han cambiado, no las mires de reojo. Aunque no lo muestren, como tú. ¡Que no sean tu excusa! ¿Pensabas que ya había pasado todo? Pues no. El cambio continúa y continuará contigo, conmigo, con ellas. Ya no somos las mismas. La Tierra no es la misma. La humanidad no es la misma.

Y tú estos días escuchas a tu conciencia a un volumen más alto. Tu abuela desde otra esfera parece hablarte y decirte que no podrá marchar hasta que vea que su muerte no ha sido en vano.

Y hoy te levantas. Decides pasar a la acción. Cambias tu actitud. Y eres más cercana con tu madre, con tu hermana. Y cuidas de tu calle, del parque, de la playa… como si siempre te hubiese importado el planeta pero hoy más que nunca. Y respetas a nuestras mayores. Les hablas con cariño y respeto. Y eres amable y eres civilizada. Porque sabes que el precio que hemos pagado ha sido muy alto. Y nunca saldarás esta deuda. Nada nos devolverá a nuestras parejas, abuelas, tías, madres, hijas y hermanas. Nada valdrá tanto como valen la Tierra, la conciencia y la VIDA.

SÉ EL CAMBIO. SÉ ACCIÓN. 

EMPIEZA AHORA.

Si  tú ya empezaste, si ya eres acción y cambio,  no juzgues a la que aún no lo muestra. Todas las personas lo hemos sentido.


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